LA CAJA DESAPARECIDA

Día 31 de diciembre, Fin de Año. Virginia estaba muy orgullosa de su cajita y muy contenta con sus primos que habían ido a pasar las fiestas:

- Que tonta se cree, ¿no? –le dijo una prima a otra- Siempre está con su cajita, como si fuera un tesoro.

- No –dice la otra, murmurando en el oído- no es tonta, tonta es de mayores, es una tontita.

Y la otra le contestó:

- Y tanto.

Iban a dar las doce y Virginia no había comido, estaba acariciándo su cajita una y otra vez.

- Menos cinco. ¡Vamos!, correr a preparar la fiesta de Fin de año. –dijo en voz alta la madre desde la cocina.

A Virginia le tocó preparar las uvas, pero como a ella no le gustaban preparó Lacasitos.

Mientras, las dos primas cogieron la caja y la escondieron en un trastero viejo y cuando llegó Virginia no la encontró. La buscaron durante horas hasta que la encontraron. Las primas le pidieron disculpas, pues Virginia se había puesto muy triste y colorín, colorado la historia de la cajita termina aquí.

Navidad, Navidad, dulce Navidad.

AUTORA: Malú