de botones en el pecho,
una bombilla en la frente
y un altavoz en el cuello.
El robot sirve la mesa,
desatranca el fregadero,
encera la galería,
desentelaraña el techo.
Dice está bien, a la orden,
lo que usted mande, de acuerdo,
y va y viene por la casa
sonllorando y sonriendo.
Pero cuando cae la noche
y se han dormido sus dueños,
el robot salta a la comba
debajo de los luceros.
AUTOR: Carlos Murciano. Sacado del libro "La rana mundana".
1 comentario:
Me ha gustado mucho el robot.
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