viernes, 30 de julio de 2010

LA CINTA AZUL

En aquel pueblo, como en todos los pueblos, había niños ricos y pobres.

Uno de los niños ricos cumplió años y le regalaron muchas cosas: un caballo de madera, seis pares de calcetines blancos, una caja de lápices y tres horas diarias para hacer lo que quisiera.


Durante los diez primeros minutos del niño rico miró todo con idiferencia.

Empleó otros diez minutos en hacer rayas por las paredes.

Otros diez en arrancarle una oreja al caballo.

Y otros diez en dejar sin minutos las tres horas libres. Esta última maldad fue haciéndola minuto a minuto, despacio, aburrido, por hacer algo sin hacer nada.

Al deshacer los paquetes, más aburrido que impaciente, había tirado por la ventana la cinta azul con que venía amarrada la caja de lápices, una cinta como de dos palmos, de un dedo de ancha, de un azul fiesta, brillante.

La cinta fue a dar a la calle, a los pies de Juan Lanas, un niño despierto, de ojos asombrados, pies descalzos y hambre suficiente para cuatro.

Juan Lanas pensó que aquello era un regalo maravilloso, pensó que era lo más maravilloso que le había ocurrido en la última semana y en la que estaba pasando y seguramente en la que iba a empezar.

Pensó que era la alfombra que usaron los liliputienses (enanos del país de Liliput) el día que se bautizó al hijo del Rey.

Pensó que le gustaría usarla para pasear a su perro si era capaz de encontrar a ese golfo de Cisco, sin rabo y tan viejo.

Pensó que no estaría mal para sujetar por el cuello a la tortuga que quería tener.

Pensó, al fin, que bien podía ser un fajín de general.

Y pensándolo empezó a desfilar al frente de sus soldados, todos con plumero, todos con espada.

Los que lo vieron pasar pensaron que era un niño seguido de nadie.

Y al poco rato un niño seguido de un perro sin rabo.

Pero Juan Lanas sabía que el perro era su mascota, que los soldados pasaban de siete, que era todo lo que Juan Lanas podía contar sin equivocarse.

Y mientras Juan Lanas desfilaba, el niño rico se aburría.

AUTOR: Juan Farias,
Algunos niños, tres perros y otras cosas.

domingo, 25 de julio de 2010

EL SOL, LA LUNA Y EL GALLO


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Al principio del tiempo, vivían juntos en el cielo el Sol, la Luna y el gallo.

El sol y el gallo se llevaban bien: nunca tenían ni la menor discusión. Pero la Luna no podía aguantar al gallo y siempre lo estaba persiguiendo y molestando.

En cuanto el Sol salía y se enfrascaba en su trabajo de iluminar la Tierra, la luna obligaba al gallo a servirla como si fuera un criado suyo, y aunque el gallo procuraba hacer las cosas bien, a la Luna todo le parecía mal. Un día la Luna se enfureció, arrancó al gallo todas las plumas y lo envió a la Tierra de un puntapié.

Cuando el Sol volvió y se enteró de lo que había ocurrido, se puso muy triste y como era el más viejo de los tres, a él le correspondió restablecer la paz. Estuvo pensativo largo rato. Después llamó a la Luna y le dijo:

- No podemos seguir viviendo los tres juntos, pues necesito estar libre de preocupaciones para poder cumplir como es debido mi misión de iluminar la Tierra. Por lo tanto, durante el día estaremos en actividad el gallo y yo, y tú no darás señales de vida hasta la noche. Entonces saldrás a dar una vuelta por el cielo. De este modo evitaremos lo más desagradable que hay en el mundo: las discusiones y las riñas.

Así lo hicieron. Desde entonces el gallo despierta al Sol al amanecer (todos lo habréis oído alguna vez) con su vibrante "¡quiquiriquí!", y los dos pasan el día dedicados a sus quehaceres, el Sol en lo alto del cielo, y el gallo abajo, en la Tierra.

Y sólo por la noche, cuando el Sol se retira del cielo y el gallo se refugia en su gallinero, aparece la Luna en silencio por el horizonte e inicia su solitario paseo como reina absoluta de la noche y de las estrellas.

AUTOR: Jella Lepman,
Cuentos y leyendas de las buenas noches.

viernes, 16 de julio de 2010

MATÍAS Y EL SECRETO


En el pequeño pueblo de Almonte había un niño llamado Matías. Era alborotado, inteligente, un poco regordete, con gracia y mucho amor por toda la gente. En su clase todos le querían por ser un buen amigo. Su mejor amigo Juan le estaba preparando una maravillosa fiesta, porque dentro de cuatro días era su cumple. También su amiga Marta le estaba ayudando a preparar la fiesta. Lo sabía toda la clase excepto él.

El tercer día antes de la fiesta preguntó Matías a Juan: ¿Tienes algo que no me puedas decir?

Y Juan le dice:

- No tengo nada que decirte. - Matías sabía que le ocultaba algo.

A dos días de la fiesta al terminar las clases, Matías le pregunto a Marta: ¿Hay algo que no me puedas decir?

-Yo no tengo nada que ocultarte, si te tuviera que decir algo te lo diría. - Respondió Marta.

Pero Matías sabía que le ocultaban algo los dos.

Un día antes de la fiesta Juan y Marta hicieron los últimos preparativos para que fuera la mejor de todas. Esa noche Matías pensaba en lo qué le ocultaban, pero no sabía que era.

El día de la fiesta todos estaban muy nerviosos y Matías estaba muy pero que muy contento por que era su !!!!! cumpleeeee¡¡¡¡¡.

Él estaba entrando en la clase cuando de momento llego Juan y lo llevo al gimnasio que estaba muy oscuro pero… encendieron las luces y aparecieron todos sus amigos de la clase gritando:

- !!!!! FELICIDADEEEES¡¡¡¡¡

Se lo pasó superbien en su fiesta hecha por sus mejores amigos, por esa maravillosa fiesta de cumpleaños.


AUTOR: Daniel S H

jueves, 15 de julio de 2010

LAS VACACIONES DEL GRUPO X YASMIN FANFIC DE CODE LYOKO.

Este texto bastante largo ha sido enviado por Pablo.
¿Conocéis a Plablo? Pues es un niño que le gusta dar besitos, sobre todo a las niñas; porque es muy cariñoso.

"-Yumi… te quiero…-susurraba Ulrich a Yumi al oído mientras cerraba su diario y ella dormía.

Habían ido a pasar las vacaciones todos juntos a casa de Ulrich en Varsovia, una de sus casas y se lo estaban pasando muy bien… tres meses juntos… sin XANA y sin molestas personas como William y Sissi.

Habían planeado un camping en el jardín y se lo estaban pasando genial…
Al día siguiente fueron a dar un paseo por la ciudad y se encontraron algo inesperado…

-Hombre, si es la parejita feliz y sus amigos…-dice Sissi asombrada.

-Sissi… ¿que haces tu aquí?-dice Yumi

- ¡OH! si la señora Stern se digna a hablar conmigo…

-Sissi déjalo ya, por favor, no sigamos, solo quedan unos 2 meses para volvernos a ver, ¡ah! y Yumi y yo no estamos juntos, sólo somos buenos amigos…

Después de un largo tiempo discutiendo llegó el coche de Sissi y se fue.

- ¡Puff, menos mal...! odio a esa niñata.-dice Aelita.

Después de un rato paseando Yumi y Ulrich se quedaron solos a charlar mientras los demás estaban en el centro comercial.

-Bueno Yumi ¿Qué te parece mi casa?

- La verdad… pienso que es muy bonita… y muy grande…

- Si, pero todo eso no sirve de nada total… no trae nada de felicidad una casa tan grande… que te pierdes de camino a tu habitación.

Yumi y Ulrich soltaron una ligera carcajada y después hubo un corto silencio que fue roto por la bocina de un coche.

-Que… ¿Que dijiste anoche Ulrich?

-Yo… esto… yo esto… no lo recuerdo bien… creo que ya estaba dormido, a veces hablo en sueños…

-Ah por un momento pensé que decías algo que hace tiempo que yo quería oír…

-¿Y… que es eso que quieres oír... Yumi?

-yo… yo… da igual.

En ese mismo instante Yumi agarra la mano de Ulrich con fuerza y Ulrich estando totalmente colorado se sienta en un banco de la calle junto a ella mientras esperan a que pase algo y se miran a los ojos… después de un profundo y largo silencio… Yumi no puede evitar soltar unas lágrimas transparentes como el cristal y en cuanto Ulrich vio que a la chica a la que más ama en su vida empezaba a llorar le pregunto:

-Yumi, ¿Qué te pasa? ¿Estás bien? ¿Yumi, contéstame por favor?

-No lo soporto más,… ¿por qué por qué y por qué? ¿Por qué me pasa esto ahora? No puedo evitarlo…

-pero… Yumi…-dice el mientras le limpia las lágrimas cristalinas de los ojos.- ¿Qué es eso que no puedes evitar?

-Yo… tengo que volver a Japón… y no quiero perderte… tu eres el único que me entiende, ¿Verdad? Yo… yo… no quiero que tú… te separes de mí nunca.

-¿¿¡¡PERO QUÉ!!??-Dice Ulrich sorprendido mientras aparecen lágrimas en sus ojos…

-Ulrich… no llores, tu no… me haces daño si lloras. No lo hagas… te… yo te… yo… te… te qui… - A Yumi se la atragantaban las palabras mientras que Ulrich trataba de adivinar lo que quería decirle pero finalmente lo soltó.-Yo te quiero…

-Te entiendo, quieres estar conmigo el resto de tu vida… ¿es eso?

-Si…

-Yumi, por favor te pido que no te vallas-dijo Ulrich mientras le miraba a sus ojos marrones.

- Yo… no quería decírtelo… me iré dentro de un año… y yo realmente no me quiero ir…

-¡NO! ¡No puedo más! ¡No lo permitiré! ¡No dejaré que te vallas! Yumi por favor…

-Déjame Ulrich-dice Yumi mientras Ulrich le abraza. Un enorme silencio les llenaba la cabeza de dudas. Y ella se desmoronaba pensando que no lo iba a ver más…

El silencio se rompió por el llanto de Yumi que no podía contener, él no sabía que hacer… pero en ese mismo instante Yumi levantó su cabeza para mirar a los ojos a Ulrich, ella esperaba que él le diera un beso, pero solo vio a sus ojos verdes que se llenaban de lágrimas para mirarla… fijamente… y sin decir nada se secaron las lágrimas mutuamente… pero Yumi sintió que el corazón de Ulrich palpitaba a 1.000 por hora…

Al final solo hubo silencio y sonrisas.

-Me siento feliz cuando estoy a tu lado- le susurra Ulrich al oído…

-Yumi quería que ese momento durara para siempre pero… ‘‘All the good thing come to a end’’ (todo lo bueno tiene un final).

Entonces en ese momento sonó el móvil de Ulrich…

-chicos, ¿Dónde estáis?-dice Aelita

-estamos en el puerto- dice Ulrich- ir yendo a casa luego vamos nosotros, ¿Vale?
-entendido-dice Aelita segura.

Los chicos volvieron a casa pero mientras tanto Ulrich quería hacerle un regalo a Yumi entonces el le pidió a Yumi que volviera a casa y que se diera una ducha que el iría a casa enseguida.

Mientras tanto él se acercó por el centro a una joyería, quería regalarle algo especial, entonces el vio dos colgantes, eran dos corazones partidos a la mitad y mandó grabar sus nombres por detrás en el de Yumi decía Ulrich y en el de Ulrich decía Yumi.

Mientras tanto…

- Jeremy, yo… tengo que hablar contigo…- Dice Aelita a Jeremy, que sonrojado, responde.

-Claro suéltalo.

-bueno Jeremy he perdido mi pasado desde que el superordenador se apagó… lo he perdido todo y la verdad lyoko es parte de mi vida…

-Pero… ¿a qué viene eso?- interrumpe Jeremy.

-Déjame continuar…-Dice Aelita.- Bueno pues yo te quiero decir… que tú eres parte de mí pasado tanto como de mí presente…Por eso… espero que seas parte de mi futuro…"

Fin del primer capitulo

WeNo SpErO Ke Lo HaYaIs DiSfRuTaDo CODELYOKEROS!!!!!!!!!

En el próximo capitulo… ke le dirá Aelta a Jeremy y… que pasara al principio de las clases en Kadic…

Todo esto y mucho mas en el fanfic de code lyoko x yasmin

viernes, 9 de julio de 2010

EL PÁJARO KANDOWEI

El Kandowei es un pájaro muy astuto. En cierta ocasión se encontró con el búfalo a la orilla del mar, y empezó a reírse, diciendo:

- Si yo quisiera, podría beberme toda el agua del mar y dejarlo seco.
El búfalo, solamente replicó:

- Si tú puedes hacer eso, mejor lo podré hacer yo que soy mucho más grande que tú.

- Eso es lo que yo dudo - respondió el Kandowei -, pero, de cualquier modo, mañana podemos hacer el experimento, viniendo a este lugar.

Según lo convenido, al día siguiente, por la mañana, volvieron a encontrarse en la bahía, junto a la orilla del mar.

- Vamos a hacer la prueba ahora - dijo el astuto Kandowei -. Empieza tú a beber el agua de esta bahía, y después que lo hayas hecho, podremos andar sobre la tierra seca del mar.

En aquel momento empezaba a subir la marea, y el búfalo comenzó a beber agua del mar. Bebió agua y más agua hasta casi reventar, pero, precisamente, en vez de disminuir, cada momento aumentaba mucho más. Cansado ya de beber, y viéndose vencido, hubo de confesar a Kandowei su impotencia para continuar bebiendo más agua del mar.

- Veamos ahora tú si puedes, y si llegas a conseguirlo, yo, desde este momento, me entrego a ti como esclavo para toda la eternidad; pero ya está visto que esto es imposible.

El astuto Kandowei respondió riéndose:

- Nada más fácil que beber toda el agua del mar; espera un poco y verás cómo lo hago.


Efectivamente, el Kandowei esperó a que empezara a bajar la marea, y entonces, metiendo su pico en el agua, como si fuera bebiendo, contemplaba cómo ésta se iba retirando. A medida que bajaba la marea, se adentraba, con el pico metido en el agua, hasta que bajó del todo, quedando seca la bahía.

- Veo que has cumplido lo que prometiste - le dijo el búfalo resignado.

Desde entonces, el pájaro Kandowei, posándose sobre el ancho lomo del búfalo, se encuentra como en su propia casa, sin miedo, saltando y bailando en torno de él, y volviéndose a posar, sin que pueda molestarse. Unas veces vuela para cazar las moscas, que zumban y revolotean alrededor de sus grandes ojos; otras, se entretiene en comer los insectos y gusanos que se posan encima. Y el búfalo se muestra sumiso y obediente al Kandowei como su esclavo, porque el pájaro le ganó la apuesta.



Los indígenas malayos de Borneo lo cuentan para explicar cómo la raza de pájaros de los Kandoweis siempre van encima del lomo de losbúfalos.

AUTOR: Aralar.
Leyenda popular de Malasia.

sábado, 3 de julio de 2010

EL PRIMER RESFRIADO

Me duelen los ojos,
me duele el cabello,
me duele la punta
tonta de los dedos.


Y aquí en la garganta
una hormiga corre
con cien patas largas.

Ay, mi resfriado,
chaquetas, bufandas,
leche calentita
y doce pañuelos
y catorce mantas
y estarse muy quieto
junto a la ventana.

Me duelen los ojos,
me duele la espalda,
me duele el cabello,
me duele la tonta
punta de los dedos.

AUTORA: Celia Viñas Olivella,
"Música y poesía para niños".